En "El show de Truman" una empresa de televisión adopta a un bebe y lo convierte en una estrella del celuloide. Él no interpreta. Su vida es un gigantesco decorado.
Cincuenta y siete años antes, en 1941, a un jovencísimo Orson Welles se le ocurre una historia parecida. En esta ocasión, un crío, Charles Foster Kane, es enviado al este de Estados Unidos bajo la tutela de Thatcher, un banquero que hará de él un colosal e inigualable hombre de éxito.
El chico se hace tan rico, tiene tanto poder e influencia, que llega un momento en el que nada le llena. En su interior comienza a surgir una inquietud, el periodismo, y, como podía, decidió comprar un pequeño periódico. No obstante, este fue el nacimiento de un impresionante fenómeno comunicativo que tenía bajo su influencia a casi toda norteamérica. Aunque con algunos detractores, Charles Kane se convierte en el perfecto americano. Sin embargo, no es feliz.
Su primer matrimonio fracasa estrepitosamente y llega a su fin levantando en su caída un turbulento escándalo que hará que Kane tenga que desistir de su pretendido ascenso a la política.
Su segunda historia de amor hace aguas de principio a fin. La joven "afortunada", simple y caprichosa, intenta ser satisfecha por su amante constantemente, pero, ni él es capaz de hacer nada por ella que exceda de lo económico, ni ella tiene capacidad de entender los esfuerzos y necesidades de su pareja. Son dos personas condenadas a separarse. Por mucho que digan, no puede haber amor entre seres tan distintos; quizá amistad, buenos ratos..., pero amor, no.
El amor es mucho más que sexo y colegueo. Es una especie de conexión mística que te hace ser soporte y carga de otra persona; es una relación entre iguales; una felicidad distinta y constante. Y con esto no quiero decir que nuestra vida se limite a una pareja. No, por Dios. Pero sí que inevitablemente necesitamos estar al lado del susodicho: "en lo bueno y en lo malo, en la salud y en la enfermedad", como dicen los párrocos. Y no, tampoco es una obligación. Es una necesidad, un ansia, algo que no siempre tiene que ser placentero o agradable, pero que no tiene remedio.
Por otro lado, en esta película también podemos observar el poder de la masa. Este ente abstracto crea estrellas, las eleva sobre el resto a lo más alto, las corrompe y, finalmente, las destruye y las olvida para siempre. Nunca, por suerte, he sufrido ese enorme desengaño que tiene que ser sentirte especial, para luego darte de bruces con la más hiriente indiferencia. Sin embargo, creo que debe de ser de las experiencias más derrotadoras. Algunos se recuperan y otros no. A Britney Spears, Michael Jackson o, más nacional, Joselito, les ocurrió algo parecido a lo que sufre Kane. Solo vive sus últimos años, en un inhóspito y gigantesco palacio, lejos de los aplausos y los halagos que antaño colmaban su vida. No obstante, en el momento de su muerte, ni la riqueza, ni el éxito tienen cabida, sólo importa una cosa, solo una le ha llenado y merece su último suspiro... "Rosebud".
Desde un punto de vista más técnico os diré que fue la primera película que cuenta dos historias en un plano temporal distinto ¡Son los primeros flashbacks que ven los espectadores! Además, la trama es compleja e interesante, se utilizan recursos de cámara y de luces que nacieron con la obra maestra de Orson Welles.
Este filme ha marcado un antes y un después para la gran pantalla y para el arte, en general. Ha sido inspiración de millones de historias posteriores. Hay un personaje supercarismático de una serie, a la que la mayoría le tenemos mucho cariño, que es un guiño constante al señor Kane ¿Adivináis quién es?
http://www.dalealplay.com/informaciondecontenido.php?con=172122
En conclusión, pese a ser un poquito más lenta que las películas a las que estamos acostumbrados, es una historia que, valga la redundancia, ha hecho historia, una obra de arte en formato audiovisual imprescindible para cualquier cinéfilo. Aunque suene a abuelo, ya no se hacen cosas como esta.
Ficha técnica (Filmaffinity).
Título: Ciudadano Kane
Título original: Citizen Kane
Dirección: Orson Welles
País: Estados Unidos
Año: 1941
Duración: 119 min.
Género: Drama, Intriga
Reparto: Joseph Cotten, Dorothy Comingore, Agnes Moorehead, Ruth Warrick, Ray Collins, Erskine Sanford, Everett Sloane, William Alland, Paul Stewart, George Coulouris, Fortunio Bonanova, Gus Schilling, Philip Van Zandt, Georgia Backus, Harry Shannon, Sonny Bupp, Buddy Swan, Orson Welles
Guión: Herman J. Mankiewicz
Distribuidora: Manga Films
Productora: RKO Radio Pictures, Mercury Productions
Presupuesto: 686.033,00 $
Efectos especiales: Vernon L. Walker
Dirección: Orson Welles
Fotografía: Gregg Toland
Guión: Herman J. Mankiewicz
Montaje: Robert Wise
Música: Bernard Herrmann
Producción: Orson Welles
Hola! Es cierto que es más difícil el amor entre personas diferentes, pero mira, ahí está el caso de James Joyce y Nora Barnacle: http://www.elarcaimpresa.com.ar/elarca.com.ar/elarca40/notas/bernacle.htm El amor, y que bueno que sea así, lo puedes encontrar donde menos esperas.
ResponderEliminarFelicidades por el artículo, no sabía lo de los flashbacks de Ciudadano Kane.
Supongo que depende de quién lo mire, podrá ser de un modo o de otro. Como siempre digo, esto son sólo impresiones.
EliminarMuchas gracias por pasarte por aquí y comentar ^^