Como se me había roto un iluminador que me encantaba y del cual no me quería deshacer, estuvo buscando algunas solución para arreglarlo hasta que encontré una forma de compactarlos de nuevo. A continuación os voy a ir mostrando imagenes de como lo hice para que vosotras también lo podáis hacer.
Lo primero que necesitamos es nuestro producto roto, una cucharilla de café, papel de rollo de cocina absorvente, una vaso pequeño y alcohol de curar heridas.
Primero echamos el contenido del producto en el vaso vacío que tenemos preparado (si no esta del todo deshecho el producto lo terminaremos de partir).
Después echamos el alcohol, la cantidad va a depender de la cantidad de producto que tengamos, pero mejor ir echando poco o a poco porque solo necesitamos que se ponga blandito y lo podamos mover un poco, nada más.
Seguidamente con la ayuda de la cucharilla lo vamos poniendo en su envase original y lo vamos aplastando hasta que quede como la segunda imagen.
Con la ayuda de un papel absorvente vamos apretando sobre el producto para quitar el exceso de alcohol tantas veces como sea necesario hasta que el papel salga más o menos seco.
El último paso es dejarlo secar al aire libre durante tan solo un día porque aunque lo hayamos secado con el papel es mejor que se seque del todo de esta forma.
Y...¡Listo! nuestro producto queda totalmente compactado y listo para ser usado.
Espero que os haya gustado y sobre todo que os haya servido.
¡Hasta la próxima!
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