Está situada en la pedanía de Bolonia, dentro del término municipal de Tarifa y a unos 22 kilómetros de la ciudad. Su arena es finísima, limpia y clara, un auténtico placer al tacto. La enorme duna que podéis avistar al fondo de la fotografía fue declarada en 2001 monumento natural y posee una gran importancia ecológica.
Del gran valor de este pequeño paraíso ya se dieron cuenta los romanos y, como consecuencia, edificaron en su costa la ciudad de Baelo Claudia. Esta fue contruida a finales del s. II a C sobre un antiguo asentamiento fenicio denominado Bailo o Baelokum. La industria del salazón, la pesca y el garum parecen haber sido su principal motor económico.
Afortunadamente todavía podemos dar un paseo por sus calles pese a estar abandonada desde el s. VII, eso sí, antes deberemos pasar por recepción. Además de estar muy bien conservada, consta de un centro de interpretación interesantísimo. Podéis visitarla todos los días hasta las seis de la tarde y los domingos hasta las cinco.
Si por fin os decidís, os recomiendo que, salvo que os guste el surf, le echéis un ojo al tiempo, ya que si el viento es muy fuerte podría resultar molesto.
Bueno, me despido. Espero que os haya gustado y os animéis a visitar este bonito lugar. Aquí os dejo un enlace con más información acerca de este fantástico conjunto arqueológico: http://www.museosdeandalucia.es/culturaydeporte/museos/CABC/?lng=es
Un besazo ;)
Me encantó esta visita. Yo estudié cultura clásica en el colegio y la verdad que pude ver perfectamente en estas ruinas lo que había estudiado.
ResponderEliminarMiedito me dio cuando explicaron que la ciudad se la llevó un terremoto+tsunami xD
Lo cierto es que merece la pena desplazarse y darse un paseito por allí. Es preciosa ^^
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