NOCHE DE SAN JUAN.

   La noche de San Juan... la noche del fuego por antonomasia. No se tiene consciencia de cuándo comenzó a celebrarse este día o, mejor dicho, esta noche, sin embargo siempre ha estado rodeada por un halo de misterio y magia.

   Se dice que mediante las típicas hogueras se le rendía culto al sol que, a partir del solsticio de verano, comenzaba a menguar el tiempo de su recorrido en la bóveda celeste o, también, que se hacían para dar las gracias por la estación que terminaba.

   Poco a poco las leyendas y la mitología le fueron confiriendo carácter purificador a las llamas y comenzó a saltarse sobre las hogueras con la intención de limpiar o borrar todo lo malo que habíamos llevado con nosotros. Cuentan que los griegos le dedicaban esta noche al dios Apolo, los romanos a Minerva y, como sabemos, la cultura cristiana a San Juan; que, según dicen, esa noche bendice las aguas y, por ello, hemos de bañarnos en ellas para que se cumplan nuestros deseos.

   También es llamada la noche de las brujas, porque se dice que era el momento en el que ellas, mis fieles amigas, se reunían en aquelarres para lanzar sus conjuros y hechizos por ser la noche más mágica del año.

   El escepticismo científico, al que me uno, nos ha hecho despegarnos un poco de estas bellas supersticiones. No es que esté a favor de la charlatanería ni de condicionar el comportamiento de las personas con meras patrañas, pero, como dice Sandra Bullock en "Prácticamente magia", las cosas tienen poder porque se "cree que lo tienen". Si creyéramos, si tuviésemos fe en cosas bonitas, quizás nuestra vida lo sería aún más.

   Lo que sí es objetivamente real es que la luna está mucho más cerca de nosotros que cualquier noche, concretamente a 355.126 Km ¿Acaso esto no nos hace estar más cerca del cielo, del cosmos, del universo...? ¿No es eso magia?

   Volviendo a citar esa maravillosa película:

"Derramad sal por encima de vuestro hombro izquierdo,

poned romero en la puerta del jardín,

plantad lavanda para que os traiga suerte. 

y enamoraos cuanto podáis".

Dejad entrar, aunque solo sea por una noche, la magia en vuestras vidas.