Hay historias, cuentos, leyendas… que consiguen grabarse a fuego en el corazón de quien las escucha. Esto es lo que a mí me ocurrió con “Cándida” de Guillermo Fesser.
En esta película, la protagonista, una tierna mujer con más valentía y capacidad de lucha que el mejor de los soldados, narra su vida. Ha trabajado de limpiadora, se ha partido los cuernos para sostener a sus cuatro hijos sola y, también, siempre y todo el que ha podido se ha sentido con derecho a pisotearla.
Dos de sus hijos no quieren hacerse responsables de la vida tan dura de la casa de Cándida, que no llega a fin de mes y que vive con un hijo esquizofrénico y otro drogadicto que le roba lo poco que tiene. Pese a ello, esta super mujer sigue adelante y ayuda a quien lo necesite e intenta que el mundo, que tanto la ha castigado, sea un poco más bonito.
Entiendo lo básico de cine. No tiene efectos especiales, ni actores internacionales, ni los bambitos de flores que saca la actriz principal han sido diseñados por un excéntrico estadounidense, pero, si los tuviera, no sería tan tremendamente excepcional. Porque es la sencillez plasmada en una pantalla. Lloras, tanto de pena como de alegría, y ríes muchísimo, como en la vida misma, pero ambientada con una música que cataliza la emoción y provoca que los sentimientos afloren.
Es un homenaje a todas aquellas mujeres, cuya labor nadie tiene en cuenta, pero que son el pilar fundamental de sus familias, y a todos los invisibles que nacieron en lugares donde nadie los ve, un tercer mundo a unas pocas paradas de metro, y para los que la mala suerte es la única opción que les queda. No obstante, Cándida se mantiene inocente, bondadosa, alegre, educada,… buena, en el más amplio sentido de la palabra.
Además, la actriz es capaz de transmitir tanto… Ya quisieran Angelina Jolie, Nicole Kidman, Belén Rueda… ser capaces de hacer sentir de esta manera al espectador. También es justo alabar la actuación de Raúl Peña y Víctor Sevilla -Javi y Julián en la película- que encarnan al hijo drogodependiente y al enfermo mental. A este tipo de personas siempre se los representa como deshechos sociales que vagan por los suburbios como sombras de lo que un día fueron, pero que hoy no tienen la menor importancia. Y esto no puede estar más lejos de la realidad, porque no dejan de sentir, de sufrir, de querer, de ser queridos... gente frágil, gente que hay que proteger.
Un día, por casualidad, Cándida aparece delante del coche de Pablo, Jorge Bosch, un presentador de telediario, al que trastoca por completo su programada vida y al que enseña a ver la importancia real de las cosas, aquellas por las que sí merece la pena morir luchando.
Jorge Bosch y Cándida. |
Para finalizar, para mí, esta película reivindica el cine español, porque es un género distinto, de sentimientos más rudos, más físicos, de duras realidades clavadas en los hombros, pero con dignidad y hasta humor, podría decir que, incluso, con toques de realismo mágico. Me ha emocionado de principio a fin, me la he creído como si le hubiera ocurrido a mi vecina, a mi abuela… a alguien de carne y hueso. Además, encierra verdades como puños que solo pueden ser contadas por señoras como ella. Ojalá hubiese más gente con la mirada tan limpia como la de Cándida; eso sí, que no tuvieran que sufrir tanto.
Os dejo este fragmento del discurso de Cándida en televisión que yo guardaré con mucho cariño:
"No hay que tener vergüenza y decir las cosas bonitas, porque bastante feo está el mundo para estropearlo nosotros. Porque ser amable no cuesta dinero... Yo toda mi vida he estado fregando escaleras, terrazas y de todo... y sé que lo blando gana a lo duro, pues yo no he visto mancha por muy dura que sea que no salga con el agua... Hay tanta gente sola en el mundo como mi hijo, muriéndose por falta de cariño, tanta gente que necesita un beso nada más. Porque los besos son blanditos, como el agua, y quitan muy bien las manchas de la soledad por muy duras que sean... Con lo bonito que es ayudar a las personas".
Trailer de la película:
Ficha técnica;
Protagonistas: Cándida Villar, Jorge Bosch, Raúl Peña, Victor Sevilla.
Director: Guillermo Fesser.
Guión: Guillermo y Javier Fesser, basado en el libro "Cándida, memorias de una asistenta: Cuando Dios aprieta, ahoga, pero bien".
Fotografía: Jose María Civit
Montaje: Iván Aledo y James Muñoz.
Producción: Luis Manso, Javier Fesser y Gustavo Ferrada.
Música: Cope Gutiérrez.
Preciosa. Muy buena recomendación Srta. Blaine.
ResponderEliminarMarina.
Muchas gracias, Marina. Me alegra mucho que te guste, a mí también me encantó, es de las pocas películas que, de verdad, saben hilar con soltura y naturalidad el drama y la comedia.
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