La Filosofía nos hace INDEPENDIENTES y LIBRES, ya que nos enseña a pensar, a organizar nuestros pensamientos, a ver la realidad desde distintos puntos de vista, a ser críticos, a que no nos engañen, a elaborar nuestros propios argumentos y a justificar correctamente nuestras decisiones.
El señor Wert es un sinvergüenza. Bajo mi punto de vista, la única intención que se le puede atisbar es la de que, finalmente, y como diría Hernández, "medren los bueyes en los páramos de España", con el consiguiente beneficio para la clase política actual.
Como supongo que el cultísimo señor ministro, todos sus compañeros de gobierno, presidente y consejeros habrán estudiado los sistemas educativos más efectivos de los distintos países, entiendo que se habrán dado cuenta de que en Finlandia desde 1994, por citar un ejemplo -que siempre ostenta un lugar en el podio del informe PISA-, en todos los institutos se imparte un curso obligatorio de Filosofía y, al menos, tres optativos (y digo "al menos", porque los grandes institutos suelen añadir más). Pero, claro, eso ¿a quién le importa?
Hace cinco años, decidí que tenía que formarme en este sentido, porque necesito ampliar mi manera de mirar el mundo para comprender lo que ocurre y no perderme en la palabrería y los asuntos "por supuestos". Es una necesidad. Si algún día puedo trabajar de ello, perfecto, pero si, por el contrario he de dedicar mi vida a otro asunto, no importa, porque yo seguiré leyendo, intelectualizando datos, escribiendo todo aquello que haga inquietar a mi mente y regalando mi tiempo a todo aquel que quiera oírme o leerme.
Por ello, espero que no penséis que estas palabras de rencor y odio hacia este aprendiz de Voldemort, y sus secuaces, son producto de una rabieta por si en un futuro me obstaculiza la inserción laboral. Ni remotamente. Eso sí, haré todo lo que esté en mi mano, aunque sé que es poco, para que nadie de mi alrededor regale su voto a tan insensato partido. Y sí, meto a todos y cada uno de sus miembros, porque, ante tan osado insulto a la inteligencia, quién no hubiese estado de acuerdo debería haberse levantado y haber gritado "¡Oiga, estúpido, usted!".
En fin, esto es lo que pienso, guste o no. Seguiré disfrutando, pensando y estudiando Filosofía todo lo que pueda para aportar mi granito de arena a la causa de un mundo mejor sin injusticias ni corrupción. Misión de vida que seguro que será una piedra en el zapato para muchos. Sin embargo, esto no me hace desfallecer: a Sócrates lo condenaron a muerte; a Séneca también, además de al exilio; Hypatia ya sabéis como murió y así, muchos otros. La Filosofía siempre ha sido incómoda para el poder, ahora no iba a ser diferente ¿y sabéis por qué? Porque es la única que puede enfrentarlo y que algún día seamos nosotros quienes realmente tengamos la sartén por el mango .
Pues sí, nos quieren aborregar. Mis clases favoritas en el colegio eran ética y filosofía, eran un descanso para mi mente, por fín podía pensar y llegar a mis propias conclusiones. Depende mucho del profesor, pero aun así cuando llegas a casa y lo lees te das cuenta de la gran verdad que portan, aunque siempre hay algún filósofo que no gusta, pero todos coinciden en el libre pensamiento.
ResponderEliminarPor favor, espero que sigas pensando así, te formes y esos estudios te hagan libres y justa y yo pueda seguir leyéndote y discutiéndote.
Marina.
Si no hubiese estudiado una ingeniería hubiese estudiado filosofía, o geografía (eran mi segunda y tercera opción a la hora de elegir carrera en la universidad). Me encanta esta materia, y sinceramente pienso dedicarme a estudiar estas dos carreras cuando me haya estabilizado laboralmente y tenga tiempo.
ResponderEliminarTodos sabemos que la educación es el mayor enemigo de los políticos, pon al pueblo a pensar y nadie te votará. De todos modos, esta ley (que en mi opinión tiene algunas cosas buenas, como todas, aunque evidentemente no ésta) nace muerta, salvo el PP ningún partido político la apoya, de modo que en cuanto éstos pierdan la mayoría absoluta (algo bastante fácil viendo como va el país) la derogarán y pondrán otra. Por cierto, es bastante común en nuestro país crear leyes sin consenso que después serán derogadas, sobre todo en educación. Es normal por tanto que nos vaya de pena en este aspecto. Ya va siendo horas de que ciertas cuestiones se dejen en manos de profesionales, ajenos a los estúpidos y desfasados colores políticos, de forma que las reformas que hagan, DUREN.