Maniquíes y perchas humanas, es lo que son las modelos que podemos ver cada año en las pasarelas. La lucha contra la anorexia no ha conseguido que las modelos años tras año sigan luchando por tener un aspecto desnutrido a la hora de desfilar. Muchas son las técnicas que se utilizan para adelgazar, pero el problemas es que ya no son las tradicionales como el tabaco, los laxantes o una dieta de 500 calorías, si no que ahora existen nuevos métodos aún más peligrosos si cabe como por ejemplo la moda de pincharse. Unas inyecciones que aceleran el funcionamiento del tiroides junto con la dieta de 500 calorías para estimular el metabolismo y hacer que las digestiones sean más rápidas. Este método implica inyectarse una hormona llamada HCG, gonadotropina coriónica humana, que se encuentra en la orina de las mujeres embarazadas y que supuestamente actúa como un inhibidor del apetito, pero claro esta que no se sabe a ciencia cierta si esto funciona o no.
El problema de todo esto no es solo el sufrimiento que padecen las modelos, que juegan con su salud hasta el punto de drogarse para no tener hambre, si no que estas, tanto las de pasarela como las de revistas son el espejo en el que muchas adolescentes se miran, y como ninguna mujer es perfecta pero todas queremos serlo caen en la trampa de “quiero estar tan delgada como ellas” cuando por ejemplo en el caso de las revistas la mayoría es fotoshop, las ponen más guapas, con una piel mas bonitas, mas delegadas, etc. Hasta tal punto puede llegar la obsesión que algunas chicas incluso tienen lo que se llama “Thinspiration” que significa inspiración a la anorexia, tener a varias modelos o famosas como ejemplo de delgadez, corriente nacida y que prolifera por Internet. Lo que ocurre es que esta moda tan peligrosa que se esconde tras la una corriente estética como otra cualquiera, esconde una enfermedad grave que afecta a millones de mujeres en todo el mundo.
Entre estas dos imagenes hay una gran diferencia notable, yo por descontado me quedo con
la de la derecha, una modelo con una belleza saludable, un cuerpo real, unas curvas reales que cualquiera podría tener y seguro que sin pasar hambre.
Y por último no quería pasar sin enseñaros lo que el fotoshop puede hacer, no es que las chicas en la primera foto estén mal, para nada, pero la diferencia con la segunda...en fin, no hay nada más que verlo, es una imagen que es cierto que hay que compartir para que nos demos cuenta de que no hay ninguna mujer perfecta, ya que a veces nuestras imperfecciones son las que nos hacen ser diferentes y bellas cada uno a su manera.
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