A UN MILÍMETRO DE LO IMPOSIBLE.

   Sé que no puedo probarlo, además, ni siquiera yo lo creo ¿Pero, por qué no dejar un milímetro de nuestra mente abierta a lo imposible?

   Darwin nos mostró un camino y la mayoría de los fósiles lo corroboraron, pero no lo sabemos todo. Aceptad esto, jamás lo sabremos todo; sencillamente, no podemos, no estuvimos ahí. Y, aunque hubiésemos estado, no os fieis demasiado de vuestra memoria; siempre fabula.

   Es cierto que en el Paleolítico existen las primeras pinturas de sirenas ¿no os parece maravilloso? Ya, en aquel momento, el ser humano había desarrollado la capacidad de imaginar. Seguramente vieron seres grandes, con colas en el mar; tan poderosos como ellos se creían en tierra, y su mente decidió que eran sus iguales en el reino azul ¿O, quién sabe? A lo mejor su vista no los engañó…

   Personalmente me gustaría muchísimo que existieran, que fueran pacíficas, como los delfines, y que nos pudiéramos comunicar con ellas ¿cuántas historias increíbles podrían contarnos?

   Tampoco mienten en que las figuras de seres mitad humanos mitad pez son recurrentes en distintas civilizaciones muy alejadas geográficamente y que, al menos, que sepamos, no pudieron tener contacto. Así de simples somos, todos pensamos lo mismo, todos recurrimos a lo mismo para escapar de la realidad; nosotros con colas, con alas, con cabezas de toros… Nuestro cerebro tiene esquemas que todos compartimos ¿Cuántos no habéis soñado que caíais al vacío? ¿Cuántos no habéis soñado que alguien os perseguía y teníais que huir? Aunque, quién sabe, a lo mejor no.

   Buscando avistamientos de sirenas en Internet –aquí se puede ver de todo- encontré otro vídeo conspirador que me pareció genial; más que nada por la invención de la teoría que de él se desprende.

   Se sugiere que o bien el ser humano existió bastante antes de lo que los fósiles afirman y constituyeron una sociedad ultra-civilizada en el Cretácico, o que, en algún momento del futuro, el ser humano inventa una máquina del tiempo y viaja al pasado.

   Esa herida de bala en el cráneo del Neandertal me parece fantástica ¿Qué pena que Julio Verne no haya podido disfrutar de estas cosas, verdad?

   En fin, especular es algo divertidísimo, no hay nada mejor que imaginar, el problema es que pensando y pensando puedes llegar a conclusiones peligrosas como, por ejemplo, que de estar seguro de algo a no saber, hay un paso muy, pero que muy cortito, pues la mayor parte de nuestras ideas se hayan fundadas sobre conceptos aprendidos que nunca hemos comprobado, ni, en la mayoría de los casos, cuestionado ¿Cómo sabemos que el universo es como nos dicen?¿Cómo sabemos que en el mundo ocurren los acontecimientos que nos dicen que suceden y cómo transcurren realmente? ¿Cómo podemos distinguir la realidad de la simulación que se nos muestra? Filosofía, amigos, filosófia.