EL CULTURETA

  Me gusta la gente sencilla,  la buena gente.  La que no tiene ningún reparo en evitar el malestar ajeno. Es más, la que no puede evitar dar calor al que lo necesite.

  Esto es lo primordial a la hora de elegir amigos. Esto y la humildad. Una persona puede ser brillante obviamente y ser consciente de sus cualidades, pero de ahí a ser un fanfarrón hay un océano de distancia. Y es que, amigo, serás genial, pero siempre, absolutamente siempre, habrá alguien mejor que tú. Además, no puedes juzgar a los demás en función de lo que a ti te parezca. Cada persona es un mundo en sí misma y, aunque hay ciertas virtudes fácilmente apreciables, no se puede juzgar a un pez por su capacidad para volar.

   Este defecto es muy común en la mayoría de los hipster, culturetas y recientemente en los gamers. Adoro a la gente que disfruta con el cine, la música, la lectura... considero un canto a la vida ese ansia por sentir. Sin embargo, no me parece de recibo infravalorar a quien no conozca detalles ínfimos de lo que eventualmente está de moda. Cosa muy habitual en los alternativillos de tres al cuarto. Que, para más inri,la mayor parte de las veces se estudian lo que tienen que decir o admirar y muy probablemente son los gilipollas que más desprecian. Absurdo.  

   En fin, chavales, sed naturales, fluid y disfutad. Como dicen Timón y Pumba, Hakuna Matata.